lunes, 26 de marzo de 2012

Señor Mostaza se despeina en Sidecar




Arranca la primavera y la agenda de conciertos se multiplica. El buen tiempo invita desempolvar las ganas de salir de casa que muchas veces aplaca el invierno... Empieza la época de cervecita, terraza, ropa ligera y música en directo. A las puertas de los grandes festivales, a veces Barcelona, ciudad que últimamente ha perdido el pulso de la música en directo de pequeño formato debido a la estricta legislación que penaliza este tipo de actividad si no se tiene licencia de discoteca, apuesta por grupos de gran calidad como Señor Mostaza. Estos valencianos no suelen hacer muchos conciertos al año por lo que la cita del 23 de marzo en la Sala Sidecar era casi casi obligada.

Hace poco más de un año que Señor Mostaza, capitaneado por Luís Prado, estrenaba nuevo disco “Podemos sonreír”, una apuesta valiente, positiva y con un sonido extraordinariamente bueno que se cuela en la BSO del día a día con una facilidad pasmosa. ¡Es un disco para llevarlo siempre en la guantera del coche, y si hace un día soleado, escucharlo con los altavoces a punto de reventar! “Somos poco prácticos” y “Mundo interior”, los discos anteriores de la formación también tienen grandes perlas como “Frecuéntame”, “Todo me recuerda a ti”, “Mundo interior”, "Ahora comprendo bien" o “Momento Garci”. Podéis echarle un vistazo a la discografía completa en Spotify o en http://www.srmostaza.com.

Si tuviera que describir con pocas palabras el concierto del viernes pasado sería: enérgico y puro espectáculo. Nunca vi a nadie despeinarse tan bien en el escenario. Y es que Luís Prado, al piano, con su melena beatliana, bailaba, saltaba, cantaba, sonreía y como buen showman te invitaba a su particular fiesta en la Sala Sidecar. Tiene mérito clavar los temas casi como en la grabación, con una voz impecable, una exhibición de profesionalidad y buen ambiente entre los componentes de la banda, con el “terremoto Prado” en acción, brincando y soltando alguna que otra patada al aire (sí, sí, no es broma...) mientras sus manos no se apartaban del piano. Seguro que sus caras os suenan, porque algunos de los músicos participa y colabora habitualmente con Miguel Ríos o M-Clan. Por ejemplo, Prado se encargó de componer la canción de la gira de despedida de Miguel Rios, "Bye bye Rios".


Durante el bolo, el público estuvo entregado desde el minuto 0, gracias a un telonero de lujo, el ex selenita Carlos Cros, acostumbrado a calentar el ambiente en conciertos de Love of Lesbian y Sidonie, por lo que recibió sin reservas a la banda valenciana, con ganas de quemar calorías a ritmo de verdaderos himnos Mostaza como “Regresos inesperados”. Por cierto, Carlos Cros, con un sonido en ocasiones cercano a Los Secretos pero con su punto “indiemoderno”, también es de esos músicos que te atrapa si andas algo despistado y receptivo con canciones como “No más lágrimas” o "Costa dorada".

Siguiendo con Señor Mostaza, el concierto, repaso de los grandes hits de la banda, pero incluyendo casi todos los temas del “Podemos sonreír”, fue ‘in crescendo’ canción a canción, con versiones como “Vídeo killed the radio star”, o "Bipolaridad", “Ojalá pudieras ser”, y  "Demasiado bueno para ser real", tres temas propios a cuál más “cañero” y “buenrollista”, que encadenaron y con los que acabaron el concierto, dejando a la concurrencia con ganas de más.

Como es lógico y normal, para los fans faltaron temas como el que da título al último álbum, “Podemos sonreír”, pero de eso se trata, de concentrar en un par de horas tres discos muy completos. Como compensación de lujo, el grupo presentó “Delitos y faltas”, uno de los temas que formará parte del nuevo disco que grabarán a lo largo del 2013.


Otra de las sorpresas de la noche, a parte de Carlos Cros, son los precios en barra de la Sala Sidecar. Si locales como Luz de Gas, uno de los principales enclaves del Barnasants 2012, cuentan con precios prohibitivos y una cerveza cuesta 7€, Sidecar tiene precios sorprendentemente asequibles para la noche barcelonesa: refresco o cerveza, 3,5€. Buena música y precios razonables. ¿Se puede pedir más? Pues sí, y en esta ocasión, hasta es posible. Es de agradecer como los miembros de la banda se dejaron caer por el local después del concierto, dispuestos a atender a fans y curiosos que aquella noche se acercaron a Sidecar y descubrieron a una de las bandas valencianas más completa y de calidad de las que ahora mismo asoman la cabeza por el panorama musical. ¡Mucha suerte Señor Mostaza, y muchos más discos!